El pasado 6 de abril de, «Le Petit Prince», nuestro Principito, ha cumplido 70 años desde su primera publicación . Su éxito ha sido innegable como lo demuestran los mas de 150 millones de ejemplares vendidos y su traducción a casi 270 idiomas y dialectos.
Hay una anécdota sobre su traducción al español que nos ilustra sobre lo complejo de este tipo de traducciones:
Existe un pasaje de la obra en el cual un hombre de negocios (del cuarto planeta) dialoga con el Principito y que contiene una errata aritmética. El hombre de negocios hace una sucesión de sumas 3+2=5, 5+7=12, 12+3=15, 15+7=22, 22+6=28, 26+5=31. El traductor español optó por corregir la última de esas sumas como 28+3=31, al considerar que no cumplía la progresión establecida en la sucesión de sumas y que el hombre de negocios cometía un error aritmético.
La pregunta es: ¿cometió el error el propio Saint-Exupéry a propósito?. Nosotros en Tradelia, creemos que, teniendo en cuenta que el autor era un excelente matemático y que el hombre de negocios habla de las veces que lo interrumpen y los errores que le hacen cometer, Saint-Exupéry rompió esa progresión a propósito para ilustrar la escena.
En este caso, el traductor debió limitarse a traducir literalmente y, si acaso, poner un pie de página con la observación, para no corregir al autor.
«No se ve bien sino con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos»
Esta es una de las célebres frases que nos hemos encontrado entre sus páginas y que marca la reflexión final que nos podemos hacer. Fuente: francisthemulenews.wordpress.com